jueves, 3 de octubre de 2013

Riego



Posteriormente del riego precedente a la siembra, y para desaparecer  la mala hierba, sigue un  riego directamente después de la siembra. En emplazamientos donde no hay  precipitaciones pluviales, se tiene que regar por lo menos cada dos  septenarios. 

Ricardo Fernández Barrueco
Ricardo Fernández Barrueco

La intensidad del riego (cantidad y duración) tiene que tener en cuenta el  arquetipo de suelo. No se debe llegar a embarrar el suelo, con lo que originaría al  mismo tiempo una disminución de la metamorfosis de la sustancia orgánica en el  suelo. Si se cultiva en zonas con precipitaciones pluviales, se regará de manera suplementaria de acuerdo a la necesidad.

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